Realmente no vivimos en el infierno, cierto es que a veces sentimos frío, pero muchas otras nos acoge esa cálida brisa, relajante y liberadora que nos protege y nos da paz.
Vivimos en un cuadro; dibujamos nuestros recuerdos con multitud de colores y pinceles; cuando nos equivocamos, podemos tacharlo o difuminarlo, pero nunca lo borraremos completamente. Al principio no tendremos ese arte que caracteriza la buena pincelada, pero poco a poco iremos aprendiendo a hacer trazos mas perfectos. Así es nuestra vida.
Nos diferenciamos por nuestro estilo a la hora de dibujar y colorear; ninguno es igual a otro, pero todos se influencian de todos por lo que el trazo va evolucionando lenta o rápidamente, para bien o para mal, etc.
Cuando me di cuenta de la verdad, supe que había estado equivocada desde hace mucho tiempo...
A veces no importa tanto lo malo como las pequeñas cosas, las que te hacen feliz, aunque sea solo un instante.
A veces solo hace falta lanzar una sonrisa al aire para ver quien la recoge.
A veces no es necesario verlo todo gris teniendo una gama tan amplia de colores aún por descubrir.
A veces basta con el cariño de un ser querido.
A veces...
Grabaré el sentimiento más ansiado por el mundo en un conjunto de lineas unidas por un significado, permanecerá ahí hasta el renacer del alma, y recordaré el motivo de su trazo.
Se llama FELICIDAD y dice que puede conseguir que cualquier ser sienta que está flotando entre miles de nubes, la dulzura que se respira en una puesta de sol y recordar una vez tras otra los besos y abrazos más profundos de nuestras vidas. Dicen que es querida por todos y que su aceptación es infinita.
Dicen...que es única...
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