martes, 3 de abril de 2012

Cambios.

(21.05.2010)


¿Por qué? ¿Por qué cuando las cosas empiezan a ir bien, llega ese sentimiento que te dice que no es así, y te desmoronas?

Estoy notando cambios en mi vida, y la mayoría no los llevo tan bien como debería.

Llevo bastante tiempo preguntándome porque todo ha cambiado tan rápidamente. Acabe reemplazando mi grupo de amigos por gente con la que me tengo que relacionar todos los días ya que estamos bajo el mismo techo; por ello mis hábitos han cambiado, son todo lo opuesto a lo que seguía anteriormente. Ahora vivo la vida sin preocuparme de las consecuencias de mis actos, me junto con extraños, y me dan consejo los desconocidos. Me rebelo a las cosas que hacen daño y a veces me olvido de mis antiguas amistades.

No llevo bien esta nueva forma de vivir, Todavía sigo acostumbrada a esa cálida, divertida y pacifica que llevaba antes. Y muchas veces intento revivirla, porque necesito disfrutar de esos instantes, pero aunque lo intento, sé que ya no es lo mismo.

Mi perdición se ha originado por lo que muchos matarían, aumentar el círculo de amistades. A medida que va aumentando, me voy dando cuenta de que no puedo cuidarlos a todos, y que en realidad solo quiero estar con cuatro o circo de esos cientos de personas. A esos cuatro o cinco, los mas añorados y en cambio, los menos cuidados, ¿tal vez porque creo que jamás los perderé? ¿O porque pienso que siempre van a estar esperándome?, pero y si luego no es así, y si los pierdo de verdad ¿Qué haría?, ¿me desmoronaría?, para que mentir no sabría que decir ni hacer, no sabría cómo actuar, porque ellos son mi vida, y si mi vida se pierde, no podría seguir…

Que es de mis antiguos compañeros, con los que he convivido la mayor parte de mi vida.
Que es de algunos de mis familiares, que a pesar de estar tan cerca, no sé nada de ellos.
Que es de mi mejor amigo, al que hecho tantísimo de menos, que de hablar todas las noches por teléfono, a ya ni saber de su existencia.
Y lo que más me duele, que es de ellas; ellas fueron el principio de todo, pero, ¿serán parte de ese final? Ahora solo nos vemos una vez por semana, cuando estaba acostumbrada a que fuera lo contrario, solo un día del que no podía disfrutar de su presencia tan admirada. Es tan patético, esperar con ansias ese día de la semana, en el que todo vuelve a ser por un momento como antes, y se convierte en el paraíso de Adán y Eva; ese día tan patético que se ha convertido en lo que para los cristianos seria el domingo, un momento sagrado al que no puedes faltar, y que cuando lo haces te sientes vacio….

A veces desearía poder volver a ese reducido círculo, en el que todo se basaba en la amistad y en el amor, aquel círculo del que me encantaba formar parte, y que todo era claridad, sin mentiras ni falsedades.
Desearía recoger determinadas hojas de aquel diario anual en el que tanto escribí, y volver a releerlas una y otra vez…

No hay comentarios:

Publicar un comentario