martes, 3 de abril de 2012

Mountains.


(15.07.2010)


Cuanto te quiero, cuanto te odio, cuanto te llevo en mis sentidos; si no te olvido es por puro masoquismo. Es una frase que no puedo evitar escuchar en mi cabeza desde que todo acabó.

14 / 07 / 2010 a la 1:00:30

Nunca pensé que pudiera querer tanto a una persona como lo hice esta vez. Nunca pensé que llorar por alguien fuese tan fácil. Solo hay que decir un par de palabras y tu mundo se desmorona en una milésima de segundo.

¿Por qué? Tal vez por la distancia, tal vez por no estar a la altura o por la forma de ser que posees; tal vez por no haberlo dado todo o la falta de afecto, por no expresar tanto tus sentimientos o por no haber gritado a cada instante ¡TE AMO!

Son conjuntos de acontecimientos que hacen que tu fantasía se convierta en una pesadilla.
Son conjuntos de acontecimientos que hacen que la felicidad, las risas y el amor, se conviertan en lágrimas, soledad y dolor; que provocan que no quieras levantarte de la cama para que la gente no vea como te sientes en realidad.

Y a la hora de hablar con la persona que ha producido este cambio tan radical, te conviertes en el protagonista de una gran obra ¿Y sabes por qué? Porque actúas mejor que el resto del reparto. Finges que no te importa y que no ha pasado nada, cuando en realidad piensas "¡Hijo de puta, por que lo hiciste!"; pero luego te detienes a pensar en todo y te das cuenta de que en realidad el malvado de la obra fuiste tú,
ya que, por las causas que fueran, tú provocaste el problema; aunque intentases ponerle remedio y no lo consiguieses, la causa fuiste tú.

Pero lo peor llega cuando la obra se acaba. El público se marcha, y vuelves a ese mundo de soledad y oscuridad, donde el único consuelo se basa en millones de gotas cayendo por tus mejillas.
Y tú en ese escenario... inmóvil...


En la vida se darán miles de etapas que no podremos superar a la primera, que nos dolerán como una puñalada en el corazón y sentiremos que nuestro mundo se nos viene encima. Nunca seremos completamente felices aunque intentemos alcanzarlo. Tendremos que superar millones de obstáculos, e iremos avanzando en el camino de la vida a base de cosas buenas y malas. Habrá otras que no podamos superar y deberemos aprender a convivir con ellas y hacer que no nos afecten. Pero sucederán cosas que, por muy difíciles que sean, podremos lograr.

Porque así es la jodida vida, es una montaña que hay que escalar, en la que tendremos que llegar a la cima sin mirar nunca hacia atrás, superando las piedras del camino y nunca, nunca, agachar la cabeza. Y habrá momentos en las que las podrás superar con tus seres más allegados, y otras en las que tendrás que hacerlo solo; pero por muy difíciles que sean, por muchas veces que te caigas en el camino, debes levantarte siempre.

Un amigo me dijo que todas las veces que me cayese debía volver a erguirme, y que no llorase por las cosas que no podía cambiar, pero si podía, que lo hiciese...

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